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Cómo cuidar el pelo teñido para un color duradero

Cuidar un pelo teñido es, en esencia, un equilibrio entre tres pilares: una hidratación profunda, lavados suaves y una protección constante frente al calor y el sol. Si acabas de salir de la peluquería, esta rutina es tu nueva hoja de ruta para que ese color vibrante y la salud de tu melena perduren mucho más allá de las primeras semanas.


Por qué tu pelo teñido necesita un cuidado especial


Pasar por el tinte es mucho más que un simple cambio de look. Es un proceso químico que, inevitablemente, altera la estructura interna de tu cabello. Para que el color penetre, sobre todo con tintes permanentes, la cutícula de cada hebra tiene que abrirse para dejar paso al nuevo pigmento. Este mecanismo es muy eficaz, sí, pero deja la cutícula algo "descolocada" y, en definitiva, más porosa.


Mujer con el pelo teñido y sano


Una cutícula porosa es la causa principal de casi todos los dramas del pelo teñido. Piensa en ella como si fueran las tejas de un tejado: si están levantadas, el interior queda expuesto. En el caso del pelo, una cutícula abierta es una puerta de salida para los pigmentos de color, que se escapan con cada lavado. ¿El resultado? El tono se apaga mucho antes de lo que te gustaría.


Los desafíos específicos del cabello coloreado


Pero la pérdida de color es solo el principio. Esa porosidad extra trae consigo otros problemas. El cabello se deshidrata con una facilidad pasmosa, perdiendo humedad constantemente. Esto es lo que provoca esa textura seca y áspera al tacto, y lo que lo hace mucho más propenso a romperse y a que aparezcan las temidas puntas abiertas.


Los grandes enemigos de tu nuevo color son bastante claros:


  • El lavado frecuente: Cada vez que el pelo se moja, la cutícula se hincha ligeramente y, con ello, deja escapar algunas moléculas de color.

  • Las herramientas de calor: El secador, las planchas y los rizadores a alta temperatura no solo resecan la fibra, sino que literalmente degradan los pigmentos.

  • La exposición solar: Los rayos UV son como una lejía natural. Oxidan el tinte, haciendo que el color pierda toda su intensidad y brillo.


Asumir que un pelo teñido es estructuralmente diferente a un pelo virgen es el primer paso, y el más importante, para cuidarlo como se merece. No se trata solo de mantener un color bonito, sino de devolverle la fuerza e integridad que ha podido perder por el camino.

En España, el cuidado del pelo teñido es una prioridad para muchísimas personas. De hecho, el segmento de la coloración capilar representa cerca del 15% del mercado total de productos para el cabello, generando ingresos de unos 300 millones de euros al año. Con los tintes oxidativos dominando más del 70% de las ventas y el hecho de que el 68% de las mujeres españolas se tiñe, como mínimo, cada dos meses, queda claro que una rutina de cuidado rigurosa es fundamental para contrarrestar el daño y la pérdida de brillo. Si te interesa, puedes encontrar más datos sobre el sector del cuidado capilar en medihair.com.


Por eso, adoptar una rutina específica no es un capricho. Es una necesidad para garantizar que la inversión de tiempo y dinero que has hecho en tu color se traduzca en una melena sana, radiante y espectacular a largo plazo.


Una rutina de lavado que protege tu color


La forma en que lavas tu melena es, sin duda, uno de los momentos más críticos para el pelo teñido. Piénsalo: un lavado demasiado agresivo puede llevarse por delante el color y dejar tu pelo sin vida en cuestión de días. En cambio, con la técnica adecuada, consigues sellarlo y que se mantenga vibrante mucho más tiempo. Olvídate de lavar el pelo como lo hacías antes; ahora necesita un enfoque mucho más delicado y estratégico.


Cada vez que te lavas el pelo, por suave que seas, la cutícula se abre un poquito y deja escapar algo de pigmento. Así que el objetivo no es solo limpiar, sino hacerlo minimizando esa pérdida de color y, de paso, reforzando la fibra capilar.


El arte del pre-lavado para blindar tu color


Antes incluso de que el agua toque tu pelo, puedes darle una capa extra de protección. Aquí es donde entra en juego la técnica del pre-lavado o pre-poo, un truco que cambia las reglas del juego. No es más que aplicar un aceite nutritivo o un tratamiento específico de medios a puntas unos 20-30 minutos antes de meterte a la ducha.


Esta barrera de aceite actúa como un escudo. Por un lado, impide que el champú sea demasiado fuerte con las zonas más porosas (que suelen ser las puntas). Por otro, reduce la cantidad de agua que penetra en la hebra, lo que limita la hinchazón de la cutícula y, con ello, la fuga de color.


Para esta técnica, puedes usar:


  • Aceite de coco: Es genial porque penetra profundamente en la fibra capilar, nutriendo desde dentro.

  • Aceite de argán: Un favorito por ser ligero y rico en antioxidantes. Aporta mucho brillo sin apelmazar.

  • Aceite de almendras dulces: Perfecto si buscas suavidad y mantener a raya el encrespamiento.


Solo tienes que aplicar una cantidad moderada sobre el cabello seco, evitando las raíces si tienes tendencia grasa, y dejarlo actuar. Es un gesto simple, pero te aseguro que marcará una gran diferencia en cómo tu pelo retiene el color y la hidratación.


La temperatura del agua y la frecuencia ideal


Uno de los errores más comunes, y que más daño hace, es lavar el pelo con agua muy caliente. El calor es el enemigo número uno de una cutícula sellada: la abre de par en par y hace que el color se vaya por el desagüe a una velocidad increíble.


La regla de oro para el pelo teñido es simple: utiliza siempre agua tibia para lavar y, al final, dale un último aclarado con un chorro de agua fría. Este cambio de temperatura ayuda a contraer y sellar la cutícula, lo que se traduce en un pelo más brillante y un color mucho más protegido.

Y en cuanto a la frecuencia, aquí menos es más. Lavarte el pelo a diario es una de las formas más rápidas de apagar tu color. La frecuencia ideal depende de tu tipo de cabello:


  • Cabello graso: Intenta espaciar los lavados a cada 48 horas. Un champú en seco puede ser tu mejor amigo para aguantar un día más con el pelo fresco.

  • Cabello normal o seco: Con lavarlo de 2 a 3 veces por semana es más que suficiente para mantenerlo limpio sin castigar el color.


La elección del champú correcto es innegociable


El producto que usas es tan importante como la técnica. Los champús con sulfatos (como el famoso Sodium Lauryl Sulfate) son detergentes muy potentes. Limpian a fondo, sí, pero también se llevan por delante los aceites naturales de tu pelo y, por supuesto, los pigmentos del tinte.


Para un cabello teñido, los champús sin sulfatos no son una opción, son una necesidad. Limpian de una forma mucho más suave, respetando la barrera protectora del cuero cabelludo y, lo más importante, manteniendo el color intacto. Te aseguras de que la limpieza no se convierta en una sesión de decapado. Si quieres saber más, te recomendamos echar un ojo a nuestra guía para descubrir el mejor champú sin sulfatos para un cabello saludable y dar con el tuyo.


Cuando apliques el champú, céntrate en masajear el cuero cabelludo con las yemas de los dedos, con suavidad. No hace falta que frotes los largos y las puntas como si no hubiera un mañana; la espuma que cae al aclarar es suficiente para limpiarlos sin causar una fricción que los debilite. Adoptar esta rutina de lavado no solo hará que tu color dure más, sino que notarás una mejora increíble en la salud y la textura de tu melena.


El plan de hidratación para un pelo teñido y sano


Cuando tiñes tu pelo, no solo cambias su color. La química del tinte altera su estructura, abriendo la cutícula y haciéndolo mucho más poroso. De repente, tu melena tiene una sed insaciable. Por eso, la hidratación deja de ser un extra para convertirse en el pilar de tu rutina de cómo cuidar el pelo teñido. Un buen plan de hidratación es, sin duda, tu mejor aliado para devolverle la vida, la elasticidad y ese brillo que parece escaparse con los primeros lavados.


Pero ojo, hidratar no es sinónimo de embadurnar el pelo con cualquier producto. Hay que ser inteligente. Cada tratamiento tiene su momento y su porqué. Usar una mascarilla intensiva todos los días puede ser tan malo como no usarla nunca, porque corres el riesgo de saturar la fibra capilar y dejar el pelo pesado y sin vida.


Acondicionador, mascarilla y leave-in: cuándo usar cada uno


El verdadero secreto para una melena teñida espectacular no está en la cantidad de productos que acumulas, sino en saber cómo y cuándo usarlos. Piénsalo así: cada uno tiene una misión diferente.


  • Acondicionador (en cada lavado): Es el paso básico e imprescindible. Su trabajo es suavizar la capa externa del pelo (la cutícula) después del champú, facilitando el desenredado. Es como una crema hidratante ligera para la piel; sella la humedad al momento y evita que el pelo se parta al peinarlo.

  • Mascarilla (uso semanal o quincenal): Este es tu tratamiento de choque, el spa semanal para tu melena. A diferencia del acondicionador, sus ingredientes son más potentes y penetran en las capas profundas del cabello para reparar, nutrir y fortalecer desde dentro. Usarla una vez a la semana es perfecto para reponer los nutrientes que el tinte se ha llevado por delante.

  • Tratamiento sin aclarado o Leave-in (después de cada lavado): Considera este producto como el guardaespaldas de tu pelo. Lo aplicas sobre el cabello húmedo y ahí se queda, protegiéndolo del calor del secador, del sol, de la contaminación... Además, mantiene el encrespamiento a raya y aporta una dosis extra de hidratación que dura todo el día. Es el toque final que sella todo el trabajo previo.


Infographic about cómo cuidar el pelo teñido


Como ves en el gráfico, cada gesto cuenta. Desde preparar el pelo antes del lavado hasta el último aclarado con agua más fresca, todo suma para proteger la fibra capilar y, por supuesto, el color.


Para ayudarte a decidir, aquí tienes una pequeña comparativa de los tratamientos más comunes y cuándo te conviene más cada uno.


Comparativa de Tratamientos de Hidratación para Pelo Teñido


Tipo de Tratamiento

Ideal Para

Frecuencia de Uso

Ingredientes Clave

Acondicionador

Desenredar y suavizar tras cada lavado. Mantenimiento diario.

Cada vez que laves el pelo.

Siliconas ligeras, agentes humectantes, aceites suaves.

Mascarilla Hidratante

Cabello seco, áspero y que ha perdido elasticidad.

1 vez por semana.

Ácido hialurónico, glicerina, aloe vera, pantenol.

Mascarilla Nutritiva/Reparadora

Cabello muy dañado, poroso o recién decolorado.

1-2 veces por semana (según daño).

Queratina, proteínas de seda, ceramidas, aceites densos (argán, coco).

Tratamiento Leave-in

Todo tipo de pelo teñido, especialmente si usas calor.

Después de cada lavado, sobre pelo húmedo.

Filtros UV, protectores térmicos, polímeros anti-frizz.


Elegir el tratamiento adecuado y usarlo con la frecuencia correcta es lo que realmente marcará la diferencia entre un pelo teñido que simplemente "aguanta" y uno que luce vibrante y lleno de salud.


Ingredientes clave y mascarillas caseras que funcionan


Cuando vayas a comprar un producto, la lista de ingredientes es tu mejor amiga. Aprender a "leer" las etiquetas te dará el poder de elegir lo que tu pelo realmente necesita.


Un cabello teñido es como un tejido delicado: necesita ingredientes que reparen su estructura interna y refuercen sus defensas, no solo que lo maquillen por fuera. La queratina y el ácido hialurónico son dos de los activos más eficaces para lograrlo.

Busca en las etiquetas componentes como estos:


  • Queratina hidrolizada: Es, literalmente, el "ladrillo" con el que se construye tu pelo. Al estar hidrolizada, sus partículas son diminutas y pueden penetrar en la fibra capilar para rellenar los huecos que deja el tinte, fortaleciendo el cabello desde dentro.

  • Ácido hialurónico: Famosísimo en el cuidado de la piel, y por una buena razón. Actúa como un imán para el agua, atrapando la humedad y devolviéndole al pelo la flexibilidad y el cuerpo que pierde con la coloración.

  • Ceramidas: Imagina que son el "cemento" que une las células de la cutícula. Ayudan a mantenerla sellada y plana, lo que se traduce en menos pérdida de color y mucho más brillo.

  • Aceites nutritivos: El aceite de argán, de jojoba o de coco son fantásticos. Aportan ácidos grasos que nutren, suavizan y crean una película que protege el pelo de las agresiones externas.


Si te van más las soluciones naturales, tu cocina puede ser un laboratorio de belleza. Una mascarilla casera que funciona de maravilla es mezclar medio aguacate maduro, una cucharada de miel y otra de aceite de oliva. El aguacate nutre, la miel hidrata y el aceite sella. Aplícala de medios a puntas, déjala actuar unos 20 minutos y aclara bien. ¡El resultado te sorprenderá!


Tu calendario de hidratación personalizado


No hay una regla única para todas. La frecuencia de los tratamientos depende totalmente del estado de tu pelo.


  • Para cabello recién teñido o poco dañado: Con una mascarilla cada 10-15 días tendrás más que suficiente para mantenerlo hidratado sin apelmazar.

  • Para cabello teñido y seco: Aquí subimos la apuesta. Una mascarilla una vez por semana es lo ideal. Un buen truco es alternar una semana una mascarilla de proteínas (con queratina) y a la siguiente una de hidratación (con ácido hialurónico) para darle un cuidado completo.

  • Para cabello muy dañado o decolorado: Esto requiere un plan de choque. Empieza con una mascarilla dos veces por semana durante el primer mes. También puedes valorar un tratamiento hidratante para el pelo más profesional para una recuperación intensiva.


Esta preocupación por la salud del cabello es una tendencia clara en España. Un estudio reciente revela que el 56% de las personas que se tiñen ya usan mascarillas reparadoras específicas, un dato que ha crecido mucho en los últimos dos años. Además, el 34% busca activamente ingredientes naturales y fórmulas sin sulfatos, y un 61% ha reducido la frecuencia de lavado para que el color dure más. Este enfoque más consciente es justo lo que necesitas para disfrutar de un color espectacular y un pelo sano al mismo tiempo.


Protege tu melena de los agresores diarios


La rutina para saber cómo cuidar el pelo teñido no termina al salir de la ducha. De hecho, es justo ahí donde empieza la verdadera batalla: una lucha silenciosa contra un montón de enemigos que pueden apagar tu color día tras día. El sol, las herramientas de calor, el cloro... incluso la contaminación son agresores constantes que debilitan la fibra capilar y hacen que los pigmentos se oxiden mucho más rápido.


Mujer protegiendo su pelo teñido del sol en la playa


Imagina que tu pelo teñido es como una blusa de seda delicada. A que no la dejarías secando al sol durante horas ni le pasarías la plancha a máxima temperatura sin más. Pues con tu melena, pasa exactamente lo mismo. Protegerla a diario es lo que de verdad marca la diferencia entre un color que aguanta vibrante semanas y uno que pierde toda su gracia en un abrir y cerrar de ojos.


El protector térmico es tu paso innegociable


Si hay un enemigo público número uno para la durabilidad de tu color, ese es el calor de las herramientas de styling. Las temperaturas tan altas no solo deshidratan el pelo y lo vuelven frágil, sino que degradan las moléculas de color de forma fulminante. Cada pasada de plancha sin protección es, básicamente, como hacerle un pequeño decapado a tu tinte.


Por eso, quiero que te quede claro: el protector térmico no es una opción, es una obligación antes de encender el secador, las planchas o el rizador. Este producto crea una barrera que reparte el calor de forma más uniforme y minimiza el daño directo sobre la cutícula.


Un buen protector térmico no solo salva tu color, sino que también puede reducir la rotura del cabello hasta en un 50 %. Es una inversión mínima para un beneficio enorme.

Pero ojo, aplicarlo bien es crucial. No vale con pulverizar un poco al aire y ya. Tienes que asegurarte de cubrir todo el pelo de manera uniforme, mechón a mechón. Si lo usas con el pelo húmedo, antes de secar, perfecto. Si es en seco, justo antes de la plancha o el rizador. Si quieres profundizar, puedes aprender más sobre el protector térmico para el pelo y descubrir los 7 mejores en nuestro artículo dedicado.


El sol y los filtros UV: tu mejor defensa veraniega


Los rayos ultravioleta (UV) tienen un efecto oxidativo potentísimo sobre el cabello, muy parecido al que sufren nuestra piel. Esta radiación descompone los pigmentos artificiales del tinte, haciendo que los colores se desvanezcan y que aparezcan esos reflejos que nadie quiere: los rubios se vuelven amarillentos y los castaños, anaranjados.


La solución es tan simple como incorporar productos con filtro UV a tu rutina, sobre todo en primavera y verano.


  • Sprays protectores: Son súper ligeros y se aplican en un momento. Un buen rocío por todo el pelo antes de salir de casa, y listo. Imprescindible si vas a pasar tiempo al aire libre.

  • Aceites y sérums con protección solar: Además de proteger, dan un chute de nutrición y brillo. Son ideales para las puntas, manteniéndolas selladas y a salvo.

  • Accesorios como barrera física: Nunca subestimes el poder de un buen sombrero, una gorra o un pañuelo. Son, sin duda, la forma más eficaz de bloquear el sol directo.


Trucos para blindar tu pelo en la piscina y la playa


El cloro de las piscinas y la sal del mar son dinamita para el pelo teñido. El cloro es un químico que puede destrozar tu color (de ahí los temidos tonos verdosos en los rubios), mientras que la sal lo reseca hasta dejarlo como un estropajo.


Para que puedas disfrutar de un buen chapuzón sin sacrificar tu melena, quédate con estos consejos de oro:


  1. Mójalo antes de entrar: Pasa por la ducha y empapa bien tu pelo con agua dulce antes de meterte a la piscina o al mar. Si la fibra ya está llena de agua, absorberá mucho menos cloro o sal.

  2. Aplica un acondicionador sin aclarado: Antes de zambullirte, reparte una capa de acondicionador leave-in o un aceite capilar. Esto crea una película protectora que repele gran parte de los químicos y la sal.

  3. Acláralo nada más salir: En cuanto pongas un pie fuera del agua, directa a la ducha otra vez. Aclara el pelo con agua dulce para eliminar cualquier residuo cuanto antes.


Crear estos hábitos de protección diaria es lo que realmente importa. Es la única forma de garantizar que la inversión de tiempo y dinero en tu coloración se vea reflejada en una melena espectacular y sana por mucho más tiempo.


Estrategias para mantener el color entre visitas al salón


Alargar la vida de tu coloración y que se vea tan espectacular como el primer día es totalmente posible si juegas bien tus cartas. No se trata de pedir cita en la peluquería cada dos por tres, sino de incorporar un mantenimiento inteligente en tu rutina en casa.


Con las herramientas y técnicas adecuadas, puedes mantener a raya los tonos indeseados y la raíz a la vista. Así, no solo espaciarás las visitas al salón, sino que también cuidarás mejor tu melena y tu bolsillo.



El poder de los productos matizadores


Uno de los mayores dramas del pelo teñido, sobre todo en los rubios y castaños claros, es la aparición de reflejos que no queremos. Con el tiempo y los lavados, los pigmentos fríos son los primeros en irse, dejando al descubierto subtonos más cálidos. Aquí es donde entran en juego los productos matizadores.


Estos champús, acondicionadores y mascarillas contienen pigmentos de color que se depositan temporalmente sobre la fibra capilar para neutralizar ópticamente esos tonos indeseados. La clave, por supuesto, está en elegir el color correcto:


  • Pigmentos violetas: Son el antídoto perfecto para los tonos amarillentos. Si tu rubio platino, ceniza o tus mechas empiezan a amarillear, un champú violeta una vez por semana devolverá ese matiz frío y limpio que tanto te gusta.

  • Pigmentos azules: Están pensados para combatir los reflejos anaranjados o cobrizos que suelen aparecer en cabellos castaños teñidos o en rubios más oscuros.


El secreto de los matizadores es la moderación. Si abusas de ellos, puedes acabar con un residuo de color (un tono violáceo o azulado no deseado) o incluso resecar el cabello. Lo ideal es integrarlos en tu rutina una vez por semana o cada diez días para un mantenimiento sutil y eficaz.

Refresca tu color sin un tinte completo


Entre una coloración completa y la siguiente, existen opciones intermedias fantásticas para darle un chute de vida a tu tono sin someterlo a un proceso químico agresivo. Los acondicionadores con depósito de color o las mascarillas pigmentadas son una solución brillante.


A diferencia de un tinte, estos productos no llevan amoníaco ni peróxido. Su función es simplemente depositar pigmentos en la capa externa del cabello, reavivando la intensidad del color que se ha ido perdiendo con los lavados. Son perfectos para rojos que pierden fuerza, cobrizos que se apagan o castaños que necesitan un extra de profundidad. Su efecto dura unos cuantos lavados y, además, suelen tener fórmulas muy hidratantes.


Cómo gestionar la raíz y el crecimiento


La temida línea de la raíz es, para muchas, la señal de que toca volver al salón. Pero, tranquila, hay formas de disimularla y alargar el tiempo entre retoques. Los espráis o polvos cubre-raíces son una solución temporal y muy eficaz para salir de un apuro. Funcionan como un maquillaje capilar, camuflando el crecimiento hasta el siguiente lavado.


Ahora bien, a largo plazo, la mejor estrategia es la prevención. Si sabes que no eres de las que pueden ir a la peluquería cada mes, lo mejor es que hables con tu estilista sobre técnicas de coloración que exijan menos mantenimiento.


Técnicas de coloración para un mantenimiento más sencillo


  • Balayage: Al pintar las mechas a mano alzada y no desde la raíz, el crecimiento es mucho más difuminado y natural.

  • Babylights: Son mechas finísimas que imitan el aclarado natural del sol. Se integran a la perfección con tu base y disimulan el crecimiento.

  • Shadow roots o raíces sombreadas: Consiste en aplicar un tono más oscuro en la raíz que se funde con el resto del color, creando una transición suave que hace que el crecimiento sea casi imperceptible.


Optar por este tipo de técnicas se alinea con una tendencia que no para de crecer en España. De hecho, el 48% de las personas que se tiñen prefieren opciones como los tintes semipermanentes o el balayage, en comparación con el 32% que elige tintes permanentes tradicionales.


La razón es simple: se perciben como menos dañinos y permiten una transición de color mucho más natural, reduciendo la necesidad de retoques frecuentes. Si te interesa, puedes conocer más sobre las tendencias de coloración capilar en accio.com.


Al final, si eliges una estrategia de color inteligente desde el principio y la combinas con los productos de mantenimiento adecuados, te aseguras de que tu pelo se vea impecable durante mucho más tiempo.


Resolviendo las dudas más comunes sobre el pelo teñido


Para terminar esta guía, vamos a meternos de lleno en esas preguntas que siempre surgen cuando hablamos de cuidar un pelo con color. Son esas dudas que nos asaltan justo al salir de la peluquería y que, si las resolvemos bien, marcan la diferencia entre un color que dura y uno que se apaga a la primera de cambio.


Aquí te doy respuestas claras y directas, basadas en la experiencia, para que cuides tu melena con total confianza.


¿Cada cuánto debería lavarme el pelo si lo tengo teñido?


Esta es la pregunta del millón. La verdad es que no hay una única respuesta, porque todo depende de cómo sea tu pelo. La regla de oro es simple: lávalo solo cuando lo necesite de verdad.


  • ¿Tienes el pelo graso? Intenta aguantar un día entre lavados. Lavarlo a diario no solo arrastra el color más rápido, sino que puede provocar que tu cuero cabelludo genere aún más grasa para compensar.

  • Si tu pelo es normal o tirando a seco, con lavarlo 2 o 3 veces por semana vas sobrada. Así permites que tus aceites naturales hagan su trabajo y protejan tanto tu pelo como el pigmento.


Un consejo de profesional: hazte amiga del champú en seco. Es perfecto para esos días intermedios en los que solo necesitas refrescar la raíz y ganar un poco de volumen, dándole un respiro a tu color.


¿Puedo usar aceites naturales en mi pelo teñido?


¡Claro que sí! De hecho, es una de las mejores cosas que puedes hacer. La coloración tiende a resecar la fibra capilar, y los aceites naturales como el de argán, coco o almendras son una maravilla para devolverle la nutrición que ha perdido.


La clave no es solo usarlos, sino saber cómo. Un truco genial es aplicarlo como tratamiento antes de lavar el pelo (pre-poo), para crear una barrera protectora. También puedes usar un par de gotitas en las puntas ya secas para sellarlas y mantener a raya el encrespamiento. El único "no" rotundo es aplicarlo justo antes de usar planchas o tenacillas a alta temperatura.

Mi rubio se está poniendo amarillo, ¿qué hago?


Tranquila, es el pan de cada día de las rubias y tiene una solución muy sencilla. Ese tono amarillento o anaranjado aparece por la oxidación natural del color, pero se puede corregir fácilmente con productos matizadores.


Piensa en la rueda de color que aprendimos en el cole; para neutralizar un tono, necesitas su opuesto:


  • Si tu rubio tira a amarillo pollo, necesitas un champú o una mascarilla con pigmentos violetas.

  • Si los reflejos son más anaranjados o cobrizos, tu aliado será un producto con pigmentos azules.


Úsalos una vez por semana o cada 15 días, dependiendo de cómo veas tu color. Verás cómo mantienes ese tono frío y luminoso del primer día.


¿De verdad es necesario usar productos especiales para pelo teñido?


La respuesta es un sí, sin ninguna duda. Y no, no es solo marketing. Hay una ciencia muy clara detrás de esto. Los productos específicos para cabello con color están formulados para ser mucho más delicados.


La gran diferencia es que tienen un pH más bajo que un champú normal. Esto es fundamental porque ayuda a mantener la cutícula del pelo cerrada y sellada. Si la cutícula está cerrada, las moléculas de color no se "escapan" tan fácilmente con el agua. Además, suelen evitar los sulfatos más fuertes e incluyen extras como filtros UV y antioxidantes. Piénsalo como una inversión para que ese color que tanto te gusta dure mucho más tiempo vibrante y bonito.



En mirik beauty, entendemos que un color increíble necesita un cuidado a la altura. Nuestros estilistas no solo se dedican a encontrar tu look ideal, sino que te acompañan después, dándote los mejores consejos y recomendándote los productos que realmente funcionan para que tu pelo brille con luz propia cada día. Visítanos y vive una experiencia de belleza única en mirikbeauty.com.


 
 
 

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