top of page

Balayage y mechas: la guía definitiva para tu cabello

La gran diferencia entre el balayage y las mechas está en cómo se aplican y, por supuesto, en el resultado final que consigues. Piensa en el balayage como una técnica artística a mano alzada que crea un degradado súper natural, como si el sol te hubiera besado el pelo. En cambio, las mechas de toda la vida usan papel de aluminio para conseguir un aclarado más intenso y uniforme desde la misma raíz.


Entendiendo las diferencias entre balayage y mechas


Sumergirse en el mundo de la coloración puede ser un lío con tanto nombre y técnica. Pero no te preocupes, entender qué distingue al balayage de las mechas es el primer paso para dar con ese look perfecto que va contigo y con el tiempo que quieres dedicarle.


Imagina a un artista delante de su lienzo. Pues bien, el balayage es justo eso: una técnica en la que el estilista "pinta" o "barre" el color a mano sobre los mechones que elige. Aquí no se usa papel de aluminio, lo que permite que el producto actúe al aire y cree una transición de color increíblemente suave. El resultado es un cabello con más dimensión, sutil y que crece sin dejar una marca de raíz evidente. ¡Adiós a la esclavitud de los retoques!


Las mechas tradicionales, por otro lado, son más metódicas. En este caso, se separan mechones de pelo, se les aplica el producto decolorante y se envuelven en papel de aluminio. Este truco aísla cada mechón y genera calor, lo que acelera el aclarado y da un resultado con mucho más contraste y un color uniforme desde la raíz hasta las puntas.


La filosofía detrás de cada técnica


Al final, la elección entre balayage y mechas se reduce al estilo que buscas y a cuánto te apetece visitar la peluquería.


  • Naturalidad y poco mantenimiento: Si buscas un look que parezca tuyo de forma natural y no te ate al salón, el balayage es tu mejor aliado. Imita a la perfección los reflejos que el sol deja en el verano.

  • Contraste y definición: Si lo que quieres es un cambio que se note, con un color vibrante que empiece justo en la raíz, las mechas clásicas son la opción perfecta.

  • Adaptable a tu color: Ambas técnicas funcionan de maravilla en cualquier color de base, desde el rubio más claro hasta el castaño más oscuro. Lo que cambia por completo es el efecto visual que se consigue.


Este gráfico te ayudará a visualizar de un vistazo las claves de cada técnica, desde cómo se hace hasta cómo queda y cuánto dura.


ree


Como puedes ver, la gran ventaja del balayage es que necesita muy poco mantenimiento y queda súper natural. Las mechas, en cambio, te dan un look más definido y potente.


El balayage no es una moda más. Es una técnica que se ha ganado su sitio porque permite personalizar el color al máximo y te da un resultado elegante que evoluciona con tu pelo, ahorrándote visitas constantes al salón.

Comparativa rápida entre Balayage y Mechas tradicionales


Para ponértelo aún más fácil, hemos creado una tabla que resume las diferencias clave de un solo vistazo. Es una guía perfecta para ayudarte a decidir.


Característica

Balayage

Mechas tradicionales

Técnica de aplicación

A mano alzada, "barriendo" el color

Con papel de aluminio, desde la raíz

Resultado visual

Natural, degradado, efecto "sun-kissed"

Definido, uniforme, con más contraste

Línea de crecimiento

Difuminada, sin "efecto raíz"

Marcada, requiere retoques frecuentes

Mantenimiento

Bajo (retoques cada 3-6 meses)

Medio-alto (retoques cada 6-8 semanas)

Ideal para

Looks sutiles, naturales y de bajo mantenimiento

Cambios de look más notorios y rubios intensos


Recuerda que estas técnicas no son excluyentes. Un buen estilista puede combinarlas y personalizarlas para ti. A veces, la línea se difumina con otras técnicas como los reflejos. Si te pica la curiosidad, puedes aprender más sobre la **diferencia entre mechas y reflejos** y descubrir cuál es la mejor opción para tu melena.


El arte del balayage para un look natural


Si has oído hablar de balayage, seguro que te viene a la mente una melena con reflejos naturales, de esas que parecen besadas por el sol. Y es que esa es precisamente la esencia de esta técnica que, más que una moda pasajera, se ha convertido en un auténtico clásico de la peluquería.


El nombre viene del verbo francés balayer, que significa barrer. No podría ser más acertado. El estilista, con una destreza casi pictórica, barre o pinta el color a mano alzada directamente sobre el cabello. El resultado es un degradado suave, lleno de matices, que imita a la perfección cómo el sol aclararía tu pelo de forma natural.


ree


Aquí radica su gran diferencia con las mechas de toda la vida. Mientras que las mechas tradicionales usan papel de aluminio para saturar el mechón y conseguir un aclarado intenso y definido, el balayage se trabaja al aire libre. Esto hace que el producto actúe de una forma mucho más gradual y sutil, evitando esas líneas de color tan marcadas y logrando una transición impecable entre tu color base y los reflejos.


Al final, lo que consigues es un look muy orgánico, como si acabases de volver de unas largas vacaciones en la playa. El cabello gana en movimiento, profundidad y luminosidad sin contrastes bruscos. Es una técnica que busca realzar tu belleza natural, no transformarla por completo. Pura elegancia y sofisticación.


El proceso, pincelada a pincelada


Para entender de verdad el balayage, hay que verlo como un trabajo artesanal. No hay una fórmula única que sirva para todas; es un arte que se personaliza al milímetro. Tu estilista se convierte en un artista y tu melena, en su lienzo.


Todo arranca con un buen diagnóstico de tu cabello: se analiza su textura, cómo cae de forma natural y, por supuesto, tu tono de base. A partir de ahí, el colorista elige estratégicamente qué mechones va a iluminar. Con una brocha, aplica el producto dibujando una especie de "V" o simplemente barriendo de arriba abajo. Este gesto manual es clave para controlar la intensidad: se deposita más producto en las puntas para un efecto más claro y se difumina con suavidad hacia la mitad del cabello.


La magia del balayage está en que es único para cada persona. No hay dos iguales. Tu estilista adaptará la aplicación para resaltar tus mejores rasgos, dar luz a tu cara y crear un estilo que sea solo tuyo.

Una de sus grandes bazas es que el color no empieza pegado a la raíz. Esto es fundamental para evitar el temido "efecto raíz" que te obliga a volver a la peluquería cada pocas semanas. El color nuevo se funde con el tuyo de manera tan natural que el crecimiento es casi imperceptible. Por eso se dice que es una opción de bajo mantenimiento; podrás espaciar tus visitas al salón sin que tu melena pierda su encanto.


Variantes populares que marcan la diferencia


El mundo del balayage y mechas no para de evolucionar. La técnica base ha dado pie a distintas variantes, cada una con su propio encanto y diseñadas para conseguir resultados muy concretos.


Aquí te dejo algunas de las más demandadas en los salones:


  • Balayage inverso: ¿Eres rubia y quieres darle más dimensión a tu pelo? Esta es tu técnica. En lugar de aclarar, se añaden tonos más oscuros en zonas estratégicas para crear un contraste sutil y dar una sensación de mayor volumen y profundidad.

  • *Money piece*: Un toque de luz que lo cambia todo. Consiste en aclarar los dos mechones delanteros, los que enmarcan la cara. Es una forma rapidísima de iluminar el rostro y refrescar tu imagen sin tener que teñir toda la melena. Queda genial tanto en pelo largo como en cortes bob.

  • Balayage caramelo o miel: La opción ideal para las bases castañas o morenas. Estos tonos cálidos aportan una luz increíblemente favorecedora, suman calidez al rostro y suavizan las facciones sin que el cambio sea radical.

  • *Foilayage*: Se trata de una técnica híbrida que lo tiene todo. Combina la aplicación a mano alzada del balayage con el uso puntual de papel de aluminio. ¿Para qué? Para conseguir un aclarado más potente en ciertas zonas, perfecto si buscas un rubio más intenso pero sin renunciar a la transición suave y natural del balayage.


Estas adaptaciones demuestran lo increíblemente versátil que es esta técnica. Tanto si buscas un cambio sutil como algo más llamativo, siempre hay un tipo de balayage que se ajusta a lo que quieres, manteniendo ese acabado elegante y natural que lo ha hecho tan famoso.


Explorando el universo de las mechas clásicas y modernas


Aunque el balayage se lleve muchos de los titulares, el mundo de las mechas es increíblemente amplio y no deja de reinventarse. Lejos de ser una técnica pasada de moda, las mechas tradicionales con papel de aluminio siguen siendo la opción preferida para quienes buscan un cambio de look más nítido y una aclaración potente desde la misma raíz.


ree


La técnica de toda la vida es bastante directa: se seleccionan mechones de pelo, se les aplica el producto decolorante y se envuelven con cuidado en papel de aluminio. Este aislamiento hace que el calor se concentre, acelerando el proceso de aclarado. Así es como se consiguen esos rubios platino tan intensos o los contrastes bien marcados que otras técnicas no logran.


El resultado final es un color vibrante y homogéneo desde el crecimiento hasta las puntas. Es la elección perfecta si sueñas con un rubio nórdico que no pase desapercibido o si quieres que el color sea el protagonista absoluto de tu melena, creando un juego de luces y sombras muy definido y estructurado.


La reinvención de un clásico: mechas para cada estilo


La idea de "mechas" ha ido mucho más allá de su versión tradicional. Hoy en día, los estilistas han ideado variantes que dan resultados mucho más sutiles y a medida, adaptándose a las tendencias que priman la naturalidad por encima de todo.


Estas técnicas modernas demuestran que, al igual que el balayage, las mechas pueden ser una herramienta increíble para personalizar un look. Ya no se trata solo de buscar contrastes llamativos, sino de añadir puntos de luz estratégicos, integrar las canas con elegancia o aportar una calidez y dimensión únicas al cabello.


Entre las variantes más populares, destacan estas:


  • Babylights: Son mechas finísimas que se reparten por toda la melena para imitar esos reflejos dorados que les salen a los niños en el pelo después de un verano al sol. El resultado es una iluminación global, muy delicada y sin apenas contraste.

  • Woodlights: Como su nombre indica, se inspiran en las vetas de la madera. Combinan tonos cálidos como el avellana, el castaño claro y el miel para dar una calidez y un brillo espectaculares. Son ideales para bases castañas que buscan un toque de luz sin pasarse al rubio.

  • Grey Blending: Es la solución más elegante para abrazar las canas en vez de esconderlas. Se utilizan mechas en tonos plata, platino y ceniza para integrar los cabellos blancos de manera armoniosa, creando una transición suave y un look lleno de sofisticación.


La clave de las mechas modernas es su capacidad de adaptación. Un buen estilista no se limita a aplicar una técnica, sino que la personaliza para crear un color que realce tus rasgos, se ajuste a tu estilo de vida y celebre la textura natural de tu pelo.

Técnicas que abrazan la naturalidad y la elegancia


La tendencia actual en coloración se inclina sin duda hacia lo natural, y las técnicas de mechas han sabido responder a esta demanda. En España, se han consolidado métodos que complementan al balayage y ofrecen transiciones muy suaves, sobre todo para quienes tienen canas o simplemente prefieren un look de bajo mantenimiento. Técnicas como el grey blending han ganado muchísima popularidad porque integran las canas con mechas platinadas, evitando los contrastes duros.


A su vez, las babylights se han convertido en una de las opciones más solicitadas por ese efecto luminoso y natural que consiguen, especialmente cuando se combinan con un balayage y mechas en tonos miel o avellana. Si quieres estar al día, puedes descubrir los estilos de mechas que dominarán este año en Trendencias.


Toda esta evolución demuestra que las mechas son mucho más que simples rayas de color. Son una forma de arte que, en manos de un profesional, puede esculpir la luz en tu cabello, crear profundidad, dar movimiento y dar vida a un look totalmente único y personal. Desde un cambio radical hasta el reflejo más sutil, siempre hay un tipo de mecha esperando para transformar tu melena.


Cómo dar con la técnica ideal para tu tipo de cabello



Decidir entre un balayage y unas mechas va mucho más allá de una simple preferencia. La clave está en entender qué le sienta mejor a las características únicas de tu melena. La textura, el grosor y, por supuesto, tu color de base son los factores que realmente inclinarán la balanza hacia una u otra técnica.


Acertar con la elección es como encontrar el marco perfecto para un cuadro: el objetivo es realzar la belleza natural de tu pelo, no competir con ella. Un buen estilista sabrá analizar estos elementos para diseñar un look totalmente personalizado que te favorezca al máximo.


Elige según la textura y el grosor de tu pelo


La forma en que tu cabello cae y su densidad tienen un impacto directo en cómo se va a ver el color. Una técnica que crea una dimensión espectacular en una melena gruesa y con ondas podría pasar casi desapercibida en un cabello liso y fino.


Para cabello fino o liso


Si tienes el pelo fino, lo que buscamos es añadir volumen y movimiento sin apelmazarlo. Aquí, las babylights son una opción fantástica. Al ser mechas ultrafinas, crean una luminosidad muy sutil y global que da la sensación de tener más cantidad de pelo.


Un balayage muy delicado también puede funcionar de maravilla, siempre que se aplique en puntos de luz estratégicos para no restar cuerpo visualmente.


Para cabello grueso u ondulado


Las melenas con más cuerpo son el lienzo perfecto para un buen balayage. Las ondas naturales y la propia densidad del cabello hacen que las transiciones de color se luzcan en todo su esplendor, creando una dimensión increíble.


En estos casos, el estilista puede atreverse con un mayor contraste entre tonos, porque la propia textura del pelo se encarga de que todo se funda de una manera muy orgánica y natural.


El color de base como punto de partida


Tu color natural, o el tinte que lleves, es el factor más decisivo de todos. Una buena coloración siempre debe complementar tu base, nunca pelearse con ella.


Si eres morena o castaña


Para las bases oscuras, el balayage es el rey indiscutible. Nos permite iluminar la melena de forma muy gradual y cálida, evitando esos saltos de color tan bruscos que a menudo no quedan nada bien.


Tonos como el caramelo, la miel o el avellana se integran a la perfección, aportando una luz que suaviza los rasgos y da un toque más fresco y rejuvenecido.


El balayage sigue siendo la técnica estrella en España, precisamente por ese efecto de cabello aclarado por el sol, con un contraste sutil y elegante. Su éxito se debe a que aporta muchísima luz con un acabado muy sofisticado. Ahora mismo, esta técnica se está fusionando con las tendencias de tonos más cálidos, que buscan looks más armónicos y naturales.


Si eres rubia o castaña clara


Las bases claras nos dan mucho más juego. Si lo que buscas es un rubio muy potente y uniforme que salga desde la raíz, las mechas tradicionales con papel de aluminio son tu mejor opción, sin duda.


Ahora bien, si prefieres ese look "besado por el sol" que además requiere poco mantenimiento, un balayage en tonos rubios un poco más claros creará un efecto espectacular y muy natural.


La porosidad de tu cabello también juega un papel crucial. Un cabello más poroso absorberá el color de forma diferente y puede requerir cuidados específicos para mantener el tono. Entender este factor es clave para un resultado duradero.

Un cabello sano siempre será el mejor punto de partida para cualquier trabajo de color. Si no tienes claro cómo va a reaccionar tu pelo, es fundamental que conozcas sus características. Te recomendamos echarle un vistazo a nuestra guía sobre **qué es la porosidad del cabello y cómo cuidarla**, que te ayudará a prepararlo para el proceso.


En definitiva, la clave de todo está en hablar con tu estilista. Llévale fotos de lo que te gusta, pero, sobre todo, explícale cómo es tu pelo en el día a día y qué estilo de vida tienes. Juntos podréis decidir si un balayage o unas mechas son la opción perfecta para que salgas del salón con la melena de tus sueños.


Cuidados esenciales para un color radiante y duradero


Conseguir el look perfecto con tu balayage y mechas es solo la mitad del camino. Ahora empieza la parte crucial: mantener ese color vibrante y tu melena sana. Cuidar tu cabello después de la coloración no es un capricho, es la mejor forma de proteger tu inversión y asegurarte de que luzca espectacular por mucho más tiempo.


ree


El primer cambio, y el más importante, empieza en la ducha. Los champús convencionales suelen llevar sulfatos, unos agentes limpiadores muy eficaces pero que pueden ser demasiado agresivos con el cabello teñido. Básicamente, arrastran el color con cada lavado.


Por eso, pasarse a un champú sin sulfatos, diseñado específicamente para pelo coloreado, es fundamental. Estos productos son mucho más suaves, limpian sin decapar y ayudan a que la cutícula del cabello permanezca sellada, atrapando el color en su interior.


Hidratación y nutrición: los pilares de un cabello sano


Cualquier proceso químico, por muy bien hecho que esté, le pasa factura a la hidratación del pelo. Para devolverle la vida, la suavidad y el brillo a tu melena, una rutina de hidratación semanal es innegociable. Aquí, tu mejor aliada será una buena mascarilla nutritiva y reparadora.


Reserva un momento a la semana para aplicarla y déjala actuar entre 15 y 20 minutos. Este simple gesto marca una diferencia enorme, ya que repone la humedad perdida y mejora la elasticidad del cabello, haciéndolo menos propenso a romperse.


Piensa en la mascarilla como un tratamiento de spa para tu melena. Igual que mimas tu piel, tu cabello necesita este chute de nutrición para recuperarse y lucir sano y brillante.

Además, no podemos olvidarnos del calor. Las planchas, secadores y tenacillas son enemigos declarados del color, ya que aceleran su degradación y debilitan un cabello que ya está sensibilizado. Antes de usarlos, aplica siempre un protector térmico de calidad.


El secreto para mantener el tono perfecto


Con el paso de las semanas, es normal que los tonos rubios o castaños claros empiecen a mostrar reflejos indeseados. El sol, el cloro o la propia cal del agua pueden oxidar el color, sacando a la luz matices amarillentos o anaranjados.


La solución está en los productos matizadores. Un champú o acondicionador con pigmentos de color neutraliza esos tonos cálidos que no queremos ver.


  • Champú violeta: Imprescindible para rubios fríos y platinos. Su pigmento morado combate directamente los subtonos amarillos.

  • Champú azul: La opción ideal para melenas castañas con mechas en tonos miel o caramelo, ya que neutraliza los reflejos anaranjados.


Basta con usarlo una vez a la semana o cada diez días para mantener el tono a raya. ¡Ojo! No abuses, porque podrías acabar con un ligero tinte violáceo. Si quieres saber más, echa un vistazo a nuestra guía sobre **cómo cuidar el cabello teñido en casa sin dramas**.


¿Y cuándo toca volver al salón?


La frecuencia con la que tendrás que visitar a tu estilista es una de las grandes ventajas prácticas del balayage frente a las mechas tradicionales.


Las mechas de toda la vida, al aplicarse desde la misma raíz, dejan una línea de crecimiento muy evidente a medida que el pelo crece. Esto te obligará a pedir cita para un retoque cada 6 u 8 semanas.


El balayage, en cambio, es la técnica de bajo mantenimiento por excelencia. Como el color se aplica de forma difuminada de medios a puntas, no existe un efecto raíz marcado. Esto te da muchísima más libertad, permitiéndote espaciar los retoques cada 3 a 6 meses, según tu ritmo de crecimiento y cómo evolucione el tono.


Los errores más comunes al pedir tu coloración (y cómo evitarlos)


La diferencia entre salir del salón con la melena de tus sueños o con una pequeña decepción casi siempre se reduce a una cosa: la comunicación con tu estilista. Tener claro lo que quieres y, sobre todo, entender lo que es posible para tu pelo, es el secreto para que el resultado de tu balayage y mechas sea exactamente el que tienes en mente.


Saber explicarte es el primer paso. Muchas veces, un malentendido nace de no usar las palabras adecuadas. En lugar de un genérico "quiero unas mechas", intenta describir la sensación que buscas. Frases como "busco un look muy natural, como si me hubiera dado el sol" o "me gustaría iluminar el contorno de la cara para suavizar mis facciones" le dan a tu profesional pistas mucho más valiosas.


Pon los pies en la tierra: gestiona tus expectativas


Es vital que entiendas algo: las fotos que traes en el móvil son una inspiración, no un plano exacto. El resultado final siempre va a depender de factores tan únicos como tu color de base, la textura de tu pelo y, por supuesto, lo sano que esté.


Hablar claro con tu estilista es tu mejor arma. Pregúntale qué se puede conseguir de forma realista con tu cabello y escucha sus consejos. Un buen profesional sabrá adaptar esa idea que tanto te gusta a lo que de verdad te favorece y funciona para ti.

Por ejemplo, si tienes una base muy oscura y te mueres por un rubio platino, lo más seguro es que necesites varias visitas al salón para llegar a ese tono sin destrozarte el pelo. La paciencia es tu gran aliada para conseguir un aclarado espectacular y, lo más importante, saludable.


El vocabulario clave para que te entiendan a la primera


Manejar algunos términos básicos facilita muchísimo el diálogo en el salón. No hace falta que te conviertas en un experto, pero conocer estas ideas te ayudará a evitar malentendidos.


  • Si buscas algo sutil: Pide un efecto sun-kissed (besado por el sol) o unas babylights para esos reflejos finísimos y delicados.

  • Si quieres enmarcar el rostro: Menciona el término money piece. Así sabrá que quieres iluminar justo los mechones frontales.

  • Si tienes una base oscura y quieres calidez: Habla de tonos miel, caramelo o avellana. Son perfectos para un balayage cálido que da muchísima luz.


El término "mechas balayage" ha explotado en España, convirtiéndose en la técnica de coloración más demandada con diferencia. Los datos de búsqueda muestran picos de interés enormes, sobre todo con los cambios de estación, dejando atrás a otras técnicas como las ombré. Esta popularidad deja claro que el balayage es el rey indiscutible en los salones españoles. Puedes ver más datos sobre las tendencias en mechas en Accio.com.


Y por último, un consejo de oro: no subestimes el poder del cuidado en casa. El trabajo del estilista acaba cuando sales por la puerta del salón, pero el mantenimiento del color y la salud de tu melena es cosa tuya. Hacer caso a sus recomendaciones sobre productos y rutinas es fundamental para que el color se mantenga vibrante por mucho más tiempo.


Resolvemos tus dudas: preguntas frecuentes sobre balayage y mechas


Sé que a estas alturas es normal tener un montón de preguntas. Decidir cambiar el color de tu pelo es un paso importante, y quiero que te sientas totalmente segura y convencida antes de lanzarte. Por eso, he reunido las dudas más habituales que escucho en el salón para darles una respuesta clara y directa.


Vamos a despejar esas incógnitas para que tengas toda la información en tu mano y puedas elegir con total confianza.


¿El balayage daña el cabello tanto como las mechas de toda la vida?


En general, podemos decir que el balayage suele ser un poco más amable con tu melena. Como no siempre aplicamos el decolorante desde la misma raíz y lo barremos a mano alzada, el impacto químico es más suave y localizado. Muchas veces, incluso podemos trabajar con oxidantes de volúmenes más bajos.


Eso sí, no nos engañemos: cualquier proceso que implique decolorar va a alterar la estructura del cabello. Por eso, el cuidado posterior es absolutamente innegociable en ambos casos. Una buena rutina con mascarillas nutritivas y productos específicos es clave para mantener tu pelo sano, fuerte y brillante.


¿Cuánto tiempo tengo que reservar para la sesión en la peluquería?


El tiempo que pasarás en el salón puede variar bastante. Todo depende del largo y la cantidad de pelo que tengas, además del look que busques conseguir.


  • Para un balayage: mentalízate para una sesión más larga. Es una técnica artesanal que requiere mucha precisión, así que calcula entre 3 y 5 horas.

  • Para unas mechas clásicas: el proceso suele ser algo más rápido. Lo normal es que estés lista en unas 2 a 4 horas.


Mi consejo es que siempre lo hables con tu estilista al pedir la cita. Así te dará una estimación más ajustada y podrás organizarte el día sin prisas.


Una de las grandes ventajas del balayage se nota en el mantenimiento. Si está bien hecho, puedes espaciar las visitas cada 3 o 6 meses. Las mechas tradicionales, en cambio, te pedirán un retoque cada 6 u 8 semanas para que la raíz no se note demasiado.

¿Puedo hacerme un balayage si tengo el pelo corto?


¡Claro que sí! Es verdad que el balayage luce increíble en melenas largas, donde el degradado tiene más recorrido para brillar, pero se adapta de maravilla a cortes más cortos como un bob o incluso un pixie.


En estos casos, usamos la técnica de forma muy estratégica. Buscamos crear puntos de luz que den dimensión, enmarquen la cara y le den un rollo muy moderno al corte. No se trata de un cambio drástico, sino de potenciar la forma del peinado con toques de luz, sin necesidad de teñir todo el cabello. El resultado es un look súper sofisticado y con mucho movimiento.



En mirik beauty, nuestro equipo de expertos está deseando asesorarte para encontrar el look perfecto para ti, siempre con las técnicas de coloración más punteras. Visítanos y descubre una experiencia de lujo para tu cabello en mirikbeauty.com.


 
 
 

Comentarios


bottom of page