Consigue un pelo rubio natural y radiante
- Kiki Lemos
- 2 jul
- 17 Min. de lectura
El pelo rubio natural es, sin duda, una de las declaraciones de estilo más aspiracionales, sobre todo en un país como España, donde la genética no lo hace precisamente común. Conseguir ese look que parece acariciado por el sol, lleno de vida y matices, es todo un arte que nace de la fusión entre la visión de la clienta y la maestría del colorista.
Por qué nos fascina tanto el rubio de aspecto natural en España
La atracción que sentimos por el pelo rubio en España tiene una lógica aplastante: deseamos lo que es diferente, lo que nos hace destacar. En un mar de melenas castañas y morenas, un rubio luminoso y bien ejecutado es un auténtico imán de miradas, un símbolo de frescura y distinción. Evoca el verano, la luz y tiene esa capacidad única de iluminar el rostro.
Pero, seamos sinceros, conseguir esa naturalidad es un reto mayúsculo. No se trata de abrir un bote de tinte y aplicarlo sin más. El secreto está en imitar cómo el sol aclara el cabello de forma gradual, creando un juego de luces y sombras. Un rubio que parece de nacimiento tiene mechones más claros enmarcando la cara, puntas que parecen besadas por el sol y una raíz con la profundidad justa para que todo resulte creíble.
El abismo entre la genética y el deseo
La diferencia entre la realidad genética de nuestro país y lo que buscamos en el salón de belleza es enorme. Solo hay que echar un vistazo a los datos para entender la magnitud de este fenómeno que mueve la industria de la coloración.
Aunque te parezca sorprendente, apenas un 7% de la población española es rubia de nacimiento. Sin embargo, es el color estrella en los salones. De hecho, del 85% de mujeres españolas que se tiñen, una de cada tres elige convertirse en rubia. Si te interesa el tema, puedes profundizar en estas tendencias en este informe publicado por El Mundo.
Esto nos dice algo muy claro: el rubio es más que un simple color; es una declaración de intenciones, una forma de expresión que está muy viva en nuestra cultura.
Veamos la brecha con más claridad:
Cabello en España genética vs preferencia
Una visión rápida de la distribución genética de los colores de cabello naturales en la población española frente a las preferencias de coloración.
Color de Pelo Natural | Porcentaje Genético | Popularidad en Coloración |
---|---|---|
Castaño/Moreno | ~80% | Media (buscan reflejos) |
Rubio | ~7% | Muy Alta (~33%) |
Pelirrojo | ~1-2% | Baja a Media |
Otros/Intermedios | ~11-12% | Variable |
Como ves, la tabla no miente. Mientras que la genética nos inclina masivamente hacia los tonos oscuros, nuestros deseos estéticos apuntan directamente hacia la luz del rubio. Esto es lo que convierte a la coloración en un arte tan demandado.
Replicar a la naturaleza: el trabajo del artista
Aquí es donde un buen colorista se la juega. La diferencia entre un "rubio de farmacia" y un pelo rubio natural de salón de lujo está en la técnica, sí, pero sobre todo en la personalización. Un colorista experto no se limita a decolorar; es más bien un pintor trabajando sobre un lienzo tridimensional y en movimiento.
Un profesional de verdad sabe que el rubio perfecto nunca es de un solo color. Necesita varios tonos, reflejos sutiles y, lo más importante, una transición desde la raíz tan suave que nadie se pregunte si es teñido. La meta es que lo den por hecho: es tu color.
Para llegar a ese punto, se analizan varios factores clave, casi como un diagnóstico:
Tu tono de piel y el color de tus ojos: Buscamos armonía, no un contraste forzado. Un rubio dorado cálido puede hacer maravillas en una piel de subtono melocotón, mientras que un rubio ceniza o platino es el aliado perfecto de las pieles más frías.
Tu base natural: El secreto de un buen resultado es trabajar con tu base, no en contra de ella. Esto no solo garantiza un look más creíble, sino que además facilita enormemente el mantenimiento.
La salud de tu pelo: Es la prioridad número uno, sin discusión. Un cabello sano es un cabello brillante, y un cabello brillante hace que cualquier color luzca espectacular. La luz se refleja mucho mejor en una fibra capilar cuidada.
Al final, la obsesión por un rubio que parezca real no es una simple moda. Es la búsqueda de una versión idealizada de nosotras mismas, una que solo se consigue con talento, conocimiento y esa pizca de arte que lo cambia todo. El objetivo es un color que no solo te encante al salir del salón, sino que evolucione contigo, manteniendo su belleza semana tras semana.
La consulta de diagnóstico: la clave del éxito para tu rubio
El viaje hacia el pelo rubio natural de tus sueños no empieza con la brocha y el bol de color. Ni mucho menos. Comienza con algo mucho más importante: una conversación sincera y detallada con tu estilista. Este momento, la consulta de diagnóstico, es el pilar sobre el que construiremos todo lo demás. Francamente, es lo que marca la diferencia entre un resultado aceptable y uno verdaderamente espectacular.
Piensa en esta cita como los planos de un arquitecto antes de poner el primer ladrillo. Un buen profesional nunca se lanzaría a mezclar colores sin antes entender a fondo el "terreno": tu cabello. Se tomará el tiempo que haga falta para evaluar un montón de factores que son decisivos para crear un rubio que te pertenezca, que se sienta tuyo.
Analizando tu lienzo personal
Lo primero que hará un estilista experto es un análisis completo de tu melena. Y no, no se trata solo de mirar tu color actual. Hay que ir mucho más allá para poder diseñar un plan que sea solo para ti.
Tu base capilar: ¿Cuál es tu punto de partida? ¿Tu color es natural o ya lo llevas teñido? La presencia de pigmentos artificiales previos cambia por completo la estrategia que debemos seguir.
La salud de tu melena: Aquí es donde un buen ojo experto se nota. Se evaluará la porosidad, la elasticidad y el grosor de tu fibra capilar. Un pelo sano es la condición indispensable para un rubio brillante y duradero. Si tu pelo está algo debilitado, lo primero que te propondremos será un plan de recuperación antes de cualquier proceso químico intenso.
Tono de piel y color de ojos: La clave de un rubio que parezca innato está en la armonía. Como coloristas, determinamos si tu subtono de piel es cálido, frío o neutro para elegir la familia de rubios que mejor va contigo. Por ejemplo, un rubio muy dorado puede apagar una piel fría, mientras que un ceniza podría no favorecer a una piel de subtono cálido.
Un diagnóstico profesional no es una simple charla, es una evaluación técnica. Su objetivo es muy claro: definir un camino realista y seguro para alcanzar lo que buscas sin poner en riesgo la integridad de tu cabello.
Este análisis es tan fundamental que sienta las bases para todo el servicio. Si te interesa profundizar en el tema, te recomendamos que leas más sobre por qué un diagnóstico capilar es la clave para una salud capilar óptima y cómo influye directamente en el éxito de cualquier coloración.
Cómo comunicar tus deseos para un resultado perfecto
Una vez que el profesional conoce tu cabello, te toca a ti. Es tu turno de comunicar tu visión, y aquí, ser específica es fundamental. No basta con un simple "quiero ser rubia".
La mejor herramienta que puedes traer son las fotos de referencia. Guarda varias imágenes de los rubios que te encantan, a poder ser de personas con un tono de piel y una base de pelo parecidos a los tuyos. Pero no te quedes solo en enseñar la foto. Cuéntanos qué es lo que te atrae de cada una. ¿Es la luminosidad general, esos reflejos sutiles que enmarcan el rostro o el matiz exacto del color?
Para ayudarnos a entender la temperatura de color que buscas, intenta usar adjetivos como estos:
Rubios Fríos: Piensa en ceniza, platino, hielo, perla.
Rubios Cálidos: Dorado, miel, caramelo, un toque cobrizo.
Rubios Neutros: Palabras como beige, arena o champán nos dan muchas pistas.
Un buen profesional sabrá interpretar tus ideas, fusionarlas con su análisis técnico y, sobre todo, explicarte con total transparencia qué resultados son realistas para tu melena. Te dirá si es posible lograrlo en una sola sesión o si será mejor un proceso más gradual para mantener el pelo sano. Esta conversación honesta es el verdadero secreto para conseguir ese pelo rubio natural del que te vas a enamorar.
Técnicas de coloración para un rubio que parece innato
Lograr un pelo rubio natural no es cuestión de suerte, sino de técnica y arte. La diferencia entre un color plano, sin vida, y una melena vibrante, llena de luz y movimiento, está en la destreza del colorista. Un buen profesional no se limita a aclarar el cabello; lo que hace es esculpir la luz, imitando con precisión los reflejos que el sol crearía de forma natural con el paso del tiempo.
El objetivo es claro: un resultado tan creíble que a nadie se le ocurra pensar que es teñido. Para conseguirlo, los expertos jugamos con una combinación de técnicas avanzadas, cada una con un propósito muy concreto, para construir una dimensión y una profundidad únicas. Olvídate de los colores de un solo tono; el rubio de aspecto innato es un tapiz de matices que dialogan en perfecta armonía.
El arte del balayage para un degradado impecable
Sin duda, el balayage es la técnica estrella si buscas ese efecto "besado por el sol". Su nombre viene del verbo francés balayer, que significa barrer. Y eso es exactamente lo que hacemos: barremos el color a mano alzada sobre mechones estratégicos, creando una transición increíblemente suave y difuminada desde la raíz hasta las puntas.
A diferencia de las mechas clásicas con papel de plata, que a menudo crean líneas más definidas y predecibles, el balayage nos da una libertad artística total. Nos permite personalizar la aplicación, decidiendo exactamente dónde colocar los puntos de luz para realzar tus facciones y aportar movimiento justo donde lo necesitas.
Caso práctico 1: Una clienta con base castaña clara quiere iluminar su melena sin un cambio radical. En este caso, un balayage en tonos miel y dorados es perfecto. Concentramos el color de medios a puntas, manteniendo su raíz natural. El resultado es un look de bajo mantenimiento que crece de forma elegantísima, sin el temido "efecto raíz".
Caso práctico 2: Para una base rubia oscura que se ha vuelto opaca, aplicamos un balayage con matices beige y vainilla. Esto inyecta una luz espectacular y multidimensional, haciendo que su color base cobre vida y parezca mucho más vibrante.
Lo mejor del balayage es cómo evoluciona. Como no hay una línea de demarcación en la raíz, puedes espaciar más tus visitas al salón. El color crece integrándose de manera orgánica con tu base.
Babylights para un brillo sutil y juvenil
Ahora, si lo que quieres es recrear ese brillo delicado y ultrafino del pelo de los niños en verano, las babylights son la respuesta. La técnica consiste en seleccionar mechones diminutos, casi transparentes, y aclararlos solo uno o dos tonos por encima de la base. El efecto es de una sutileza exquisita.
A diferencia del balayage, que busca un contraste más notorio en las puntas, las babylights se distribuyen por toda la melena, incluso desde la raíz, para crear un halo de luz general. No es un cambio llamativo, sino más bien un susurro de color que aporta un brillo increíble y da la sensación de un cabello más denso.
Caso práctico 3: Una clienta con un rubio natural que ha perdido su chispa con los años es la candidata ideal. Unas babylights bien situadas alrededor del rostro (el famoso money piece) y en la capa superior del cabello le devuelven esa luminosidad infantil al instante.
Combinando técnicas para un resultado superior
La verdadera maestría de un colorista se demuestra en saber cuándo y cómo fusionar diferentes técnicas para crear un look completamente a medida. En un salón de lujo, rara vez nos limitamos a un único método. Lo habitual es entrelazar varios para conseguir un pelo rubio natural con una dimensión inigualable.
Un enfoque combinado podría ser así:
Balayage como lienzo: Lo usamos para crear el degradado principal y la estructura de luz de medios a puntas.
Babylights en la parte superior y frontal: Con ellas añadimos ese brillo juvenil y suavizamos la transición en la raíz.
Raíz sombreada o *shadow root*: A veces, aplicamos un tono ligeramente más oscuro en la raíz para dar profundidad y garantizar un crecimiento aún más disimulado.
Esta sinergia es la que nos permite construir un rubio personalizado, adaptado no solo a tu base y tono de piel, sino también a tu estilo de vida y a cuánto quieres dedicar a su mantenimiento. Al final, el objetivo es siempre el mismo: un color que se vea y se sienta como si hubieras nacido con él.
El plan de cuidado para un rubio siempre perfecto
Acabas de salir del salón con el pelo rubio natural que tanto deseabas, lleno de matices y con un brillo espectacular. ¡Enhorabuena! Ahora empieza la parte más importante: el compromiso de cuidarlo en casa para que esa luminosidad perdure semana tras semana.
Mantener un rubio perfecto no tiene por qué ser complicado, pero sí requiere una rutina específica y, sobre todo, los productos adecuados. Piensa que el cabello decolorado es, por naturaleza, más poroso y sensible. Esto significa que pierde hidratación con más facilidad y está más expuesto a factores externos como el sol, el cloro o la contaminación, que pueden apagar su tono.
Por eso, nuestro plan de cuidado se va a centrar en dos pilares fundamentales: nutrición intensa y protección del color.
La rutina de lavado ideal para tu melena rubia
¿Sabías que la frecuencia con la que te lavas el pelo influye directamente en la vida de tu color? Lavarlo demasiado a menudo puede arrastrar los pigmentos del matiz y los aceites naturales que lo protegen. Lo ideal es espaciar los lavados a dos o tres veces por semana como máximo.
Un truco que siempre recomiendo en el salón es prestar atención a la temperatura del agua. Usa siempre agua tibia, nunca caliente, ya que el calor excesivo abre la cutícula y acelera la pérdida de color. Y aquí viene el gesto clave: termina siempre con un chorro de agua fría. Esto ayuda a sellar la cutícula, lo que se traduce al instante en un cabello más suave, brillante y un color más protegido.
Aquí tienes un resumen visual de cómo debería ser tu rutina de cuidado básica:
Como ves, la clave está en una limpieza delicada, una hidratación constante y una protección final contra los agresores del día a día.
El arsenal de productos que no te puede faltar
Seamos sinceros: no todos los productos capilares son iguales. Cuando llevas un rubio de salón, necesitas un equipo específico que juegue a tu favor. Invertir en los productos correctos no es un gasto, es la mejor garantía para mantener tu color vibrante.
Champú Violeta (el guardián del tono): Este es tu mejor aliado contra esos tonos amarillentos o anaranjados que a veces aparecen. Úsalo una vez por semana o cada diez días, alternándolo con tu champú habitual. Un consejo de experto: no lo dejes actuar más de 3-5 minutos para evitar que el pigmento morado sature el cabello.
Champú y Acondicionador sin Sulfatos: Para los lavados normales, elige siempre fórmulas suaves y sin sulfatos. Son mucho menos agresivas y ayudan a preservar tanto el color como la hidratación natural de tu melena.
Mascarilla Ultra-Nutritiva: Este paso es innegociable. Al menos una vez a la semana, tómate un momento para aplicar una mascarilla reparadora intensiva. La decoloración debilita la estructura interna del cabello, y estas mascarillas son como un tratamiento de choque que repone lípidos y proteínas, devolviendo la fuerza y elasticidad.
La hidratación lo es todo. Un pelo rubio bien hidratado no solo es más fuerte y se rompe menos, sino que refleja la luz mucho mejor. El resultado es un color más brillante, vivo y lleno de matices.
Si te apetece explorar opciones más caseras, existen diversas mascarillas naturales que pueden devolverle el resplandor a tu cabello, un complemento perfecto para tu rutina de salón.
Para que te organices mejor, he preparado un pequeño plan de acción. No tienes que seguirlo al pie de la letra, pero te dará una idea clara de cómo distribuir los cuidados a lo largo de la semana.
Rutina semanal para tu cabello rubio
Día de la Semana | Acción de Cuidado | Producto Recomendado | Frecuencia |
---|---|---|---|
Día 1 (Ej: Lunes) | Lavado suave e hidratación | Champú y acondicionador sin sulfatos | 2-3 veces/semana |
Día 2 (Ej: Martes) | Descanso y protección | Sérum o aceite de puntas | Diario (si es necesario) |
Día 3 (Ej: Miércoles) | Lavado con matiz | Champú violeta + acondicionador | 1 vez/semana o cada 10 días |
Día 4 (Ej: Jueves) | Descanso | Dejar que el pelo respire | - |
Día 5 (Ej: Viernes) | Lavado suave e hidratación | Champú y acondicionador sin sulfatos | 2-3 veces/semana |
Día 6 (Ej: Sábado) | Descanso | - | - |
Día 7 (Ej: Domingo) | Tratamiento intensivo | Mascarilla ultra-nutritiva reparadora | 1 vez/semana |
Esta rutina te ayudará a mantener el equilibrio perfecto entre limpieza, nutrición y protección, asegurando que tu rubio se mantenga espectacular por mucho más tiempo.
Protección contra los enemigos invisibles
Has invertido tiempo y dinero en conseguir tu color soñado, así que no dejes que los elementos externos lo echen a perder. El sol y el cloro son los principales adversarios de un rubio bonito y estable.
Protección solar capilar: Sí, tu pelo también necesita protegerse del sol, igual que tu piel. La radiación UV oxida el color, volviéndolo cobrizo y apagado. Acostúmbrate a usar un spray o aceite capilar con filtro UV antes de salir, sobre todo en verano.
Defensa contra el cloro y la sal: Antes de un chapuzón en la piscina o el mar, hay un truco muy efectivo. Moja tu pelo con agua dulce (de la ducha o una botella) y aplica un poco de acondicionador sin aclarado. Esto crea una barrera protectora que impide que el cloro y la sal penetren en la fibra capilar.
Cuidar tu pelo rubio natural es un ritual que va más allá del día que sales del salón. Con estos hábitos y productos, no solo mantendrás el color intacto, sino que te asegurarás de que tu melena esté sana, fuerte y tan radiante como el primer día.
Errores frecuentes que arruinan tu color y cómo solucionarlos
Conseguir ese pelo rubio natural, luminoso y perfecto, es todo un arte. Pero mantenerlo… eso es otro cantar. Créeme, es un reto donde es muy fácil tropezar. A veces, un pequeño despiste puede transformar un rubio de ensueño en una pesadilla de tonos raros o, peor aún, en un cabello seco y sin vida.
Vamos a desglosar esos fallos tan habituales que veo en el salón para que aprendas a identificarlos, evitarlos y, si ya es tarde, ponerles remedio. Porque el camino hacia un rubio radiante está lleno de matices, y saltarse pasos o buscar atajos casi siempre sale caro. Entender esto te dará el poder para cuidar mucho mejor de tu melena.
El temido rubio anaranjado o amarillento
Este es, sin duda, el problema más frustrante y visible. Sales del salón con un rubio ceniza o beige precioso y, con el paso de las semanas, notas que empieza a tirar a un amarillo pollo o, peor, a un naranja oxidado. ¿Por qué pasa esto? Es la oxidación natural del color, combinada con la exposición al sol, el cloro de la piscina o el uso de productos que no son los adecuados.
La solución es doble: prevenir y corregir. Para la prevención, es fundamental que uses en casa un champú con pigmentos violetas o azules, más o menos una vez por semana. Esto neutraliza esos tonos cálidos que no queremos ver. Si ves que el problema va a más, lo mejor es volver al salón. Tu colorista aplicará un matiz profesional para reequilibrar el tono y devolverle a tu rubio su esencia original.
Un matiz bien ejecutado es lo que separa un rubio corriente de uno espectacular. No subestimes su poder; es el responsable de que el color se vea sofisticado y natural.
La decoloración casera agresiva
Aquí entramos en terreno peligroso. Intentar pasar de un castaño oscuro a un rubio platino en casa con un kit de la farmacia es, sinceramente, una de las peores cosas que le puedes hacer a tu pelo. Es un proceso químico complejo que necesita un control experto para no achicharrar la fibra capilar. Lo que suele pasar es que el pelo acaba elástico, quebradizo y con un color a manchas, lejos de lo que esperabas.
Si ya ha ocurrido el desastre, la única solución real es ponerte en manos de un profesional. Él evaluará el daño y diseñará un plan de rescate. Normalmente, esto implica tratamientos de reconstrucción profunda (como los que usan tecnología plex) y, casi siempre, cortar las partes más perjudicadas. La paciencia será tu mejor amiga; recuperar un cabello quemado lleva su tiempo.
Elegir un tono que no va contigo
No todos los rubios nos sientan bien a todas. Un error muy común es enamorarse de una foto de Instagram y obsesionarse con ese tono sin pensar si de verdad armoniza con nuestra piel. Un rubio platino muy frío, por ejemplo, puede apagar una piel de subtonos cálidos, dejándola pálida y sin vida. Del mismo modo, un dorado muy intenso puede no ser el mejor aliado para una piel más rosada.
Curiosamente, la elección del tono tiene su reflejo en la distribución geográfica del pelo rubio natural en España. En comunidades del norte como Galicia o Asturias, donde es más común, el porcentaje alcanza casi el 15%. En cambio, en zonas mediterráneas como Cataluña, la cifra baja al 4,6%. Esta variedad nos enseña que la belleza del rubio está en cómo se adapta a cada persona y a su entorno. Si te pica la curiosidad, puedes leer más en este interesante artículo sobre la genética capilar en España.
¿Cómo acertar siempre? Déjate guiar en el diagnóstico inicial en el salón. Un buen colorista sabe identificar los subtonos de tu piel y te recomendará la familia de rubios (fríos, cálidos o neutros) que de verdad va a iluminar tu rostro. Si ya has cometido el error, no te preocupes, una matización profesional puede ajustar el tono para que se vea mucho más armónico. Y si lo que te preocupa es el día a día, nuestra guía sobre cómo cuidar el pelo teñido te dará los mejores consejos esenciales.
Respondemos a tus dudas sobre el pelo rubio
Decidirte a pasarte al bando de las rubias es emocionante, pero es totalmente normal que te surjan mil preguntas. Es un gran cambio, y lo lógico es que quieras tenerlo todo clarísimo antes de sentarte en la silla. Para que vengas con toda la confianza del mundo, hemos recopilado las dudas más comunes que escuchamos en el salón y te las respondemos sin rodeos, basándonos en nuestra experiencia del día a día.
¿Cuánto se tarda en conseguir un rubio natural si mi pelo es oscuro?
Esta es, sin duda, la pregunta del millón. La realidad es que pasar de una melena oscura a un rubio creíble y, sobre todo, sano, no es cosa de una tarde. Aquí la paciencia es tu mejor compañera de viaje.
Por lo general, este proceso puede llevar de 2 a 4 sesiones, con un descanso de unas 6 a 8 semanas entre cada una. Intentar hacerlo todo de golpe es la receta perfecta para un daño severo, a veces irreversible. Un buen colorista siempre va a poner por delante la salud de tu cabello, aclarando poco a poco, de forma gradual.
¿De qué depende el número exacto de visitas? De varios factores:
Tu historial capilar: ¿Llevas tintes previos? Si son oscuros, el camino será un poco más largo.
El grosor de tu pelo: Un cabello grueso suele aguantar mejor la decoloración que uno muy fino y delicado.
El rubio que buscas: No es lo mismo querer unos sutiles reflejos miel que un rubio platino casi blanco.
¿La decoloración me va a estropear el pelo?
Vamos a ser sinceros: cualquier proceso químico que aclare tu pelo va a alterar su estructura interna. La decoloración funciona eliminando el pigmento natural, lo que abre la cutícula y hace que el cabello se vuelva más poroso. Es inevitable que haya un cierto impacto.
Ahora bien, "impacto" no tiene por qué significar "pelo destrozado". Cuando te pones en manos de un profesional que trabaja con productos de alta gama y tratamientos protectores (como los que usan tecnología plex), el daño se minimiza muchísimo. Un estilista responsable nunca trabajará sobre un cabello que no esté preparado; primero evaluará su estado y, si el riesgo es alto, te propondrá un plan B.
La clave no está en si la decoloración daña o no, sino en cómo se gestiona ese impacto. Un trabajo profesional sumado a un buen ritual de cuidado en casa es el tándem perfecto para lucir un rubio fuerte y brillante.
Para un look natural, ¿es mejor un balayage o unas mechas?
Para ese efecto "besado por el sol", como si tu pelo se hubiese aclarado de forma natural en verano, el balayage es, sin duda, la técnica estrella. La gran diferencia está en cómo se aplica el color.
Las mechas tradicionales, hechas con papel de plata, crean líneas más marcadas y uniformes desde la raíz. El balayage, en cambio, se pinta a mano alzada. Esta técnica de "barrido" le da al estilista la libertad de colocar los puntos de luz de una manera más artística y personalizada, creando un degradado súper suave que se integra a la perfección con tu base.
¿La gran ventaja? El balayage crece sin dejar una raíz evidente. Esto no solo le da un aspecto mucho más orgánico, sino que también te permite espaciar más las visitas al salón. Es un rubio de bajo mantenimiento.
¿Cómo evito que el rubio se me ponga naranja o amarillo?
Ese temido tono anaranjado o amarillo pollo es, básicamente, el resultado de la oxidación. El sol, el cloro de la piscina, el agua con muchos minerales e incluso la contaminación pueden acelerar este proceso, haciendo que salgan a la luz los pigmentos cálidos que hay debajo de tu rubio.
La solución está en dos frentes: neutralizar y mantener. En casa, tu mejor aliado será un champú con pigmentos. Si tu rubio tiende al amarillo, necesitas un champú violeta. Si tira más hacia el naranja, busca uno con pigmentos azules. Con usarlo una vez a la semana es suficiente para mantener el tono perfecto. Un par de consejos extra: intenta no lavarte el pelo con agua muy caliente y protégelo del sol con productos que lleven filtro UV.
En mirik beauty, sabemos que cada melena es un lienzo y cada clienta, una inspiración. Nuestro equipo de expertos está aquí para guiarte en cada paso, desde el diagnóstico inicial hasta la rutina de cuidado en casa, asegurando que tu experiencia y tu resultado sean de auténtico lujo. Descubre nuestros servicios y reserva tu consulta.
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